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martes, 13 de mayo de 2014

Puntos fuertes y débiles de los videojuegos

Hoy en día, al igual que la televisión en su momento, los videojuegos están en el punto de mira por las consecuencias que pueden generan en los niños, sin embargo estudios recientes recalcan las consecuencias favorables de los mismos.
En este blog vamos a hacer un pequeño listado que iremos completando con la información que queráis compartir con nosotros hasta conseguir un gran listado completo; y una posterior reflexión, a la que todos los que visitéis esta página estáis invitados a participar mediante los comentarios.
Como puntos fuertes o consecuencias positivas destacamos a priori las siguientes:
Desarrollan el instinto de superación del niño.
Aumentan su rapidez de razonamiento y estimulan su concentración.
Desarrollan sus reflejos y agilidad mental y mejoran la coordinación manual.
Promueven el trabajo en equipo en el caso de los juegos para varios jugadores.
Muchos están pensados con fines educativos, así que, a la vez que juegan, aprenden sobre todo tipo de disciplinas.
Jugados en familia, pueden ayudar a estrechar lazos y pasar tardes súper divertidas.
Y tampoco hay que olvidarse de en esencia su primera consecuencia positiva,  lo bien que se lo pasan los pequeños (y también no tan pequeños) pasando el rato con los videojuegos.

Sin embargo, toda moneda tiene dos caras, y no se puede reflexionar sobre algo sin ver su totalidad, por lo que ahí va un listado de posibles consecuencias negativas y sus posibles soluciones:
El niño puede acabar volviéndose un adicto, dando constantes muestras de ansiedad y nerviosismo. Esta dependencia también le hará dejar de relacionarse con sus amigos y de prestar atención a su entorno.
Los niños pueden quedar expuestos a contenidos no aptos para su edad, porque algunos videojuegos contienen escenas de sexo, violencia, juego, utilizan lenguaje soez, etcétera.
Existe riesgo de sobrepeso u obesidad debido al sedentarismo al que obligan la mayoría de los videojuegos.
Al conectarse con otros jugadores a través de Internet, pueden conocer a gente indeseable o facilitar datos que no deberían.
Y una última pega que no es moco de pavo: las consolas son productos caros, y los videojuegos, también.

Llegado el tiempo de la reflexión, vamos a intentar ver el lado bueno o las soluciones a las consecuencias negativas:
Respecto al primer punto, ciertamente el niño tiene un riesgo de volverse adicto, ya que quizás todavía no tiene el autocontrol suficiente. Sin embargo, esta pega  también nos brinda la oportunidad de educar al niño en la administración de los placeres vs los quehaceres, ya que niños, adolescentes, adultos… siempre vamos a tener cosas que vamos a querer hacer, pero debemos aprender que no podemos dejar todo de lado y hacer lo que queramos. Los videojuegos, administrando el tiempo de juego por un adulto responsable del niño, pueden enseñarle la importancia de las prioridades y que además, es mejor no dedicarle mucho tiempo seguido e indiscriminado a un hobby para acabar disfrutándolo mejor.
En cuanto a la exposición al lenguaje soez, ha pasado mucho desde “la primera palabrota en los videojuegos” que fue ese ¡Pero qué coño!" que espetó Solid Snake en 'Metal Gear Solid'. Hoy en día, la violencia y el lenguaje soez sobre todo están a la orden del día en los videojuegos. Sin embargo intentar aislarlos de estos contenidos va a ser una ardua tarea, con el control que tienen de internet y la cantidad de información que por el circula, además de todo lo demás, muy posiblemente el niño va a tener contacto con estos temas, y quizás intentar protegerlo de ello despierte más su interés y quiera acercarse más debido a su espíritu de rebeldía. Proponemos que en vez de alejarlo de “lo malo”, lo eduquemos en valores y le enseñemos a discernir conductas imitables de conductas no deseadas, fomentar su capacidad de juicio, y eso empieza por mostrarle confianza y no sobreprotegerlo. Si queremos que el niño crezca hay que ir dándole oportunidades de automanejo.
De igual modo, al igual que expuestos a contenidos “para mayores”, en los juegos online, como ahora son la mayoría, también existe el riesgo de que conozcan a gente indeseable. Igualmente, asilar al niño de la realidad quizás no sea la mejor opción, gente “mala” hay en cualquier sitio, hay que educar al niño para que sepa con quien juntarse y con quien no, y si juega con alguien indeseable los juegos no ponen muy difícil la opción de “bloquear” el contacto con otro jugador. En cuanto a la facilitación de datos, es otra cosa que los niños deben aprender, no la desconfianza en sí, sino la reflexión antes de una confianza prematura para facilitarle a alguien algo que nos pida.
El sedentarismo es algo que ciertamente pueden provocar los videojuegos, por lo que hay que intentar que el niño combine los videojuegos con salir al parque, jugar con amigos… además conscientes de esto,  han salido al mercado videojuegos con una gran acogida basados en obligar al usuario a moverse o simular practicar deportes.
En cuanto a que los videojuegos son caros, bueno, se podría decir que allí “nos han pillao” xD


Están reflexiones a priori todavía están incompletas y se decantan claramente a favor, por eso queremos que nos ayudéis a mejorarlas con vuestras opiniones, comenta!

LUIS MALLEN 

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